
Hablar de turismo sostenible en Guatemala es más que hacer mención de sus paisajes o tradiciones. Incluye los objetivos de promover ingresos y empleo, reduciendo al mínimo el impacto en el entorno. Conoce algunos proyectos actuales con este enfoque y logros alcanzados como país.
El turismo sostenible se refiere al conjunto de actividades que “reducen impactos en el entorno y cultura local, promueve ingresos y empleo, y es sostenible, viable, ético y equitativo”, según lo define la Organización Mundial del Turismo (OMT).
En este sentido, Guatemala se unió a la Red Internacional de Observatorios de Turismo Sostenible, en 2019, y Antigua Guatemala fue elegida como sede del observatorio nacional, liderado por el Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT). La misión de este Observatorio es recopilar datos científicos sobre los efectos del turismo en la ciudad histórica para maximizar sus beneficios económicos y sociales, sin perder de vista su impacto ambiental.
Algunos de los indicadores en esta medición incluyen datos sobre empleo, beneficios económicos al destino turístico, gestión energética, gestión del agua y de aguas residuales, gestión de residuos sólidos, acción climática, satisfacción local, accesibilidad, estacionalidad turística y gobernanza del turismo.
En 2022, por ejemplo, dicho Observatorio reportó la generación de 30 mil 20 empleos directos entre el 1 de agosto al 30 de noviembre de ese año. El sector de restaurantes fue el más beneficiado (81.7%), mientras que los guías de turismo obtuvieron un menor porcentaje (0.3%).
Actualmente también se encuentra en fase de implementación el Observatorio Turístico de Petén, el cual tiene como objetivo cubrir información turística de sus 14 municipios. Con esta iniciativa, se identificó en 2023 un gasto de US$ 8 millones 449 mil 165.42 con tarjetas de crédito por parte de turistas extranjeros, en 12 segmentos de mercado, desde hoteles hasta entretenimiento.
A pesar de estos esfuerzos y los proyectos actuales existentes, en enero del presente año, la OMT consideró necesario realizar una actualización del Plan Maestro de Turismo Sostenible 2015-2036 de Guatemala, como parte de sus esfuerzos para fortalecer la gestión sostenible del turismo en el país.
PROYECTOS CON VISIÓN SOSTENIBLE

Siguiendo los criterios mencionados, estas son algunas iniciativas turísticas en diferentes regiones del país que ofrecen ese equilibrio entre ofrecer experiencias únicas, generar ingresos económicos, promover la cultura y preservar el medioambiente. La Ruta del Café, Finca Filadelfia (Antigua Guatemala, Sacatepéquez) En las montañas que rodean la ciudad colonial de Antigua, la Finca Filadelfia abre sus puertas a visitantes interesados en el mundo del café. Los recorridos guiados muestran el proceso completo de cultivo, cosecha y tostado, conectando al turista con una de las tradiciones más importantes de Guatemala.
Además de preservar la historia agrícola, la finca emplea a pobladores locales, promueve el uso responsable del suelo y fomenta la educación ambiental. Su modelo integra eficiencia en el uso de agua y energía, convirtiéndolo en un referente de agroturismo cultural.
Eco Hotel Uxlabil
(San Juan La Laguna, Sololá)
Ubicado a orillas del Lago de Atitlán, este ecohotel combina hospitalidad y sostenibilidad. Sus instalaciones utilizan materiales locales, mientras que sus tours acercan a los visitantes a los puntos más culturales y esenciales del pueblo para conocer su historia.
El hotel contrata a personal local y compra a proveedores comunitarios, incentivando la creación de microempresas en gastronomía y transporte. Ofrece actividades de bajo impacto ambiental, como kayak y senderismo, mostrando que el turismo puede ser tanto placentero como responsable.
Turismo comunitario en San Juan La Laguna
(Sololá)
San Juan La Laguna se ha posicionado como un modelo de turismo comunitario. Los visitantes participan en talleres de tintes naturales, tejido tradicional y medicina ancestral, dirigidos por artesanos locales.
Este modelo distribuye las ganancias directamente entre cooperativas y familias, empoderando a las mujeres como empresarias culturales y fortaleciendo la identidad maya tz’utujil. La comunidad controla cada actividad bajo principios de conservación y respeto, asegurando que la cultura maya viva sea experimentada con dignidad.
Asociación Ak’ Tenamit
(Río Dulce, Izabal)
En medio de la selva caribeña, Ak’ Tenamit se ha convertido en un ejemplo de turismo solidario y educativo. Sus programas incluyen alojamiento ecológico y la participación en proyectos comunitarios que financian una escuela, una clínica de salud y proyectos de desarrollo comunitario y de género.
Los visitantes pueden integrarse a la vida local, aprender sobre su gastronomía al preparar tortillas y un platillo típico de la cultura maya q’eqchi’, recorrer senderos y visitar huertos.
Comunidad Uaxactún
(Petén)

En el corazón de la selva maya, Uaxactún combina arqueología y conservación. Los guías locales ofrecen recorridos a sitios mayas y comparten su tradición oral sobre la cosmovisión ancestral.
La comunidad gestiona tanto el turismo como la producción sostenible de xate y chicle, protegiendo más de 83 mil hectáreas de selva tropical bajo un modelo de conservación comunitaria. Hospedajes familiares y ecoalbergues permiten a los visitantes vivir una experiencia auténtica, reduciendo el impacto ambiental.
Todos Santos Cuchumatán
(Huehuetenango)

Este municipio del altiplano occidental es reconocido por su riqueza cultural mam. Los turistas participan en festividades tradicionales como la famosa carrera de caballos del Día de Todos los Santos, además de aprender sobre tejidos, idioma y gastronomía local.
El turismo es organizado por comités comunitarios, lo que asegura la distribución equitativa de beneficios y permite a los visitantes disfrutar de variados atractivos, entre ellos agroturismo, tours de café, aprender de la crianza de ovejas y llamas, así como disfrutar de la artesanía y gastronomía local.
Reserva Natural Atitlán
(Panajachel, Sololá)
La reserva está ubicada a orillas del lago y combina ecoturismo con educación ambiental. Sus senderos, puentes colgantes, mariposario y observación de aves permiten al visitante interactuar con la biodiversidad.
Además, ofrece programas de educación que resaltan la conexión entre naturaleza y espiritualidad maya. La reserva emplea a habitantes locales y colabora con organizaciones científicas y culturales, asegurando el manejo responsable del ecosistema y el fortalecimiento de la identidad comunitaria.
Casa de la Memoria “Kaji Tulam”
(Ciudad de Guatemala)
Este espacio urbano invita a reflexionar sobre la memoria histórica del país, a través de exposiciones sobre derechos humanos, cosmovisión maya y el conflicto armado. La Casa de la Memoria educa para la paz y fomenta la conciencia social.
También forma guías comunitarios en cultura de paz, brinda oportunidades de voluntariado y ofrece un espacio gratuito de aprendizaje. Es parte de un circuito de turismo de derechos humanos en América Latina, posicionando a Guatemala como un referente en turismo cultural y de conciencia social.
Además de ofrecer a los turistas locales y extranjeros experiencias únicas de la diversidad cultural de Guatemala, cada uno de estos proyectos combina prácticas responsables con el compromiso de las comunidades anfitrionas y generan beneficios que trascienden lo económico.
La próxima vez que viajes por las distintas regiones del país, considera estas experiencias, recordando que el turismo sostenible no es una moda, sino la manera de construir un futuro más justo.